jueves, 5 de junio de 2008

EJECUCIÓN DE UNA CUBIERTA PLANA

Las posibilidades de composición de una cubierta plana son muchas, sin embargo, suelen existir elementos comunes a todas ellas, que sólo varían en el orden de colocación o en el hecho de si se colocan o no. Se trata de un elemento constructivo que me resulta interesante por delicado. Hasta hace poco se controlaba a través de la QB-90, la cual, ha pasado a ser sustituida por el CTE en la parte que se hace referencia a la Salubridad; el DB-HS. En esta ocasión, me voy a limitar exclusivamente a las cubiertas más usuales en edificios de viviendas en zonas calurosas y costeras; la plana transitable y la no transitable. La cubierta plana transitable se compone básicamente de formación de pendientes (en caso de no habérsela dado con el hormigonado del forjado, cosa que no suele hacerse), suele constituirse con hormigón aligerado, que tiene un aspecto similar a un mousse generado por el aire ocluido que contiene, o bien con Arlita, que es un aligerante arcilloso en forma de bolas, de colocación bastante más dificultosa, por lo que se suele utilizar para cubiertas pequeñas. Las pendientes se consiguen ejecutando previamente un encofrado de ladrillo cerámico a modo de guía. Como este es un material tan débil, se le puede hacer un enlucido de cemento de unos 2 cm de espesor que sirva de soporte regulador para las capas siguientes, y le dé algo de resistencia, ya que en el hormigón celular, se quedan marcadas hasta las huellas si se anda por encima, llegando a destrozarse su superficie si se abusa. A continuación se puede colocar una barrera de vapor que yo, personalmente, nunca he tenido el gusto de colocar. Se hace uso de ella cuando el cálculo prevé condensaciones en el interior del edificio. Posteriormente, se coloca la lámina impermeable, que por lo general, suele ser monocapa no adherida (esto, en zonas del sureste español). Se coloca directamente sobre el soporte que hemos preparado de cemento. Se procura una correcta adherencia a todos los paramentos y resto de puntos singulares existentes. La norma exige que se prolongue verticalmente hasta 20 cm por encima de la protección, por lo que hay que dejar más para que al colocar el resto de capas no nos falte altura. Si la cubierta no va a llevar protección pesada (pavimento) conviene colocar una banda de protección de unos 50-60 cm bordeando todos los encuentros de la cubierta con los paramentos verticales, constituida por lámina impermeabilizante autoprotegida. A partir de aquí, hay tanta variedad como gustos. Hay ocasiones en las que la formación de pendientes también conforma el aislamiento térmico, pero lo habitual es colocar placas de poliestireno extruido que vienen preparadas con un machihembrado que sirve para enlazarlas entre sí. Esta disposición de capas es la que constituye la cubierta invertida, cuya característica única es que el aislamiento térmico va sobre la impermeabilización, protegiéndola a su vez. A la cubierta que lleva el aislamiento térmico bajo la impermeabilización se le llama convencional. La lámina impermeable es un material tan delicado, que si no se va a colocar la siguiente capa al día siguiente de su colocación, conviene protegerla con arena, ya que se empieza a degradar rápidamente a causa del sol y la luz desde justo después de su colocación. En aproximadamente 3-4 dias de sol, ya se ha resecado y fisurado peligrosamente. Si la cubierta es transitable, ahora viene la capa de protección, que se conforma colocando una capa separadora o geotextil, que proteja el aislamiento térmico, y la capa de mortero de cemento con la que se va a recibir el pavimento de acabado, que servirá de protección. También se puede colocar sobre un lecho de arena y rellenando las juntas de las piezas del mismo material; protege igualmente y permite que las dilataciones de las piezas del pavimento se vean menos coaccionadas por el mortero. Sin embargo esto se hace poco. Si la cubierta es no transitable, sobre el geotextil se coloca grava de canto rodado, asegurándonos que el geotextil es filtrante para que deje pasar el agua de lluvia, pero no los áridos ni finos. Hay un caso común de cubierta no transitable en la que la protección está constituida por otra capa de lámina impermeable autoprotegida, y son las torretas de los edificios de vivienda, donde no se coloca aislamiento térmico y la pendiente que se le suele dar al este forjado, no admite colocación de grava. Existen muchas páginas interesantes sobre este tema, donde vienen detalladas en mayor o menor medida todas las soluciones más utilizadas, pero en estas tres es donde mayor y mejor documentación he encontrado (Son fabricantes de productos impermeabilizantes): http://www.chova.com/ http://www.composan.com/ http://www.danosa.com/

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